De la criminalización de los datos a la abolición de la prisión

La criminalización de los datos describe la creación, archivo, robo, reventa y análisis de datos aparentemente objetivos que utilizan los tribunales y la policía para argumentar que ciertas personas son amenazas o riesgos, basado en la información creada por y extraída de fuentes estatales y comerciales. 

La criminalización de los datos con frecuencia es creada por la vigilancia. La vigilancia es la observación no consensuada de individuos y comunidades realizada por entidades estatales, corporativas o académicas las cuales tienen el poder de sacar un significado de la misma, tener control sobre ella, explotarla o de alguna otra manera lucrarse de una población observada.

La vigilancia es la intervención activa en forma de predicción del comportamiento para su modificación; es el control social en tiempo real. En cada era, los discursos criminalizantes han utilizado conceptos seudocientíficos supuestamente con el respaldo de los datos para justificar la deshumanización, el castigo colectivo, el control social y los registros biométricos de personas y grupos que son identificados por el estado como objetivos. En esta tradición, conceptos como “degeneración mental”, “valores familiares disolutos”, “criminal”, y “alto riesgo”, están siendo utilizados.

Tener un historial criminal es el resultado material de décadas de vigilancia policial racista y políticas de encarcelamiento masivo. En la actualidad, las herramientas tecnocráticas populares, tales como los algoritmos predictivos, sistemas de software de mapeo de relaciones e indexación de datos que permiten que los arrestos actuales y futuros resuciten y ejerzan todo el peso de esa historia, todo mientras usa datos abstractos y desinfectados.

Estos procesos técnicos que tienen como objetivo y “verifican” a migrantes, están creados para garantizar que una persona que había sido criminalizada en el pasado continúe siendo criminalizada en el futuro, sin importar si infringen alguna ley o no. Además de esto, la vigilancia de personas migrantes es automatizada para que cualquier persona nacida fuera de los Estados Unidos siempre permanezca siendo sospechosa.

Este proyecto expresa de manera clara perspectivas de abolición de la prisión sobre los datos y la criminalización, debido a que los datos han sido utilizados por largo tiempo por parte del sistema criminal legal para justificar la necesidad y legitimidad del sistema criminal legal. A medida que las corporaciones y los gobiernos se vuelven cada vez más enamorados de las herramientas de predicción y las capturas biométricas, vemos cómo las estrategias de criminalización de los datos utilizadas para acechar a los viajeros y a los inmigrantes se van metiendo más allá en los espacios no criminalizados, expandiendo los grupos de personas que son sujetos a vigilancia y control.

Debemos estar listos para luchar contra la criminalización de los datos en nuestros propios términos. Este informe y proyecto proporciona un marco teórico para rechazar y desnaturalizar los procedimientos y categorías penales legales, el control y la puesta en seguridad fronterizos, los regímenes de captura y registro de la identidad y, las prácticas de clasificación predictivas impulsadas por los datos para justificar el castigo y la exclusión social.

En vez de involucrarnos en discusiones sobre lo que constituye un “riesgo”, ya sea para limitar las tecnologías o para mejorar la supervisión y la precisión de los conjuntos de datos, debemos comprender que estos conjuntos de datos son intrínsecamente ilegítimos y, su creación y uso deben abolirse. Proponemos el marco teórico ofrecido por “Our Data Bodies” [Nuestros cuerpos de datos], que, en esta era digital, los datos acerca de nosotros o que son creados por nosotros, somos nosotros. Nuestros datos biométricos no están disponibles para otras personas como material en bruto para procesar, comprar o revender.

Ha llegado el momento de que un nuevo movimiento de masas desmantela la criminalización en el camino hacia la abolición.